Cada vez son más los amantes de la naturaleza y el deporte que eligen ir de camping o acampar en invierno y en otoño a pesar del frío. Como los días son más cortos y las temperaturas bajan rápidamente al caer el sol, hay que ser precavidos y cargar un poco más la mochila. Por ejemplo, una bombona de gas de repuesto nos puede sacar de un apuro.
De hecho, hace falta todo extra: más proteínas, baterías alcalinas, doble de aislante…
Si eres de los que anima al camping en invierno, ten en cuenta los siguientes consejos:
- Prepárate para el frío. Lo más probable es que te acuestes y te despiertes a una temperatura muy baja, por debajo de los 0 grados. Lleva ropa de abrigo, camiseta térmica, forro polar, calcetines gordos y mantas. Prepárate también para lluvias y tormentas con prendas y calzado impermeables. Y no olvides llevar un saco con doble aislante.
- Protégete del viento. No sólo por el frío sino también para cocinar. Para ambos casos, te vendrá bien un cortavientos junto a tu tienda.
- Lleva una bombona de gas de repuesto. Es más que probable que necesites más energía de la habitual para calentarte, hervir agua, cocinar o iluminar. Y una bombona de repuesto puede sacarte de un apuro, sobre todo, si la que llevas ya está empezada.
- Ventila para evitar que la humedad se condense dentro de la tienda.
- Refuerza tu alimentación. La comida alta en proteínas y calorías será tu gran aliada y asegúrate de que puede conservarse a baja temperatura. Que no te falten barritas de cereales, frutos secos o chocolate.
- Carga las pilas. El frío afecta a las baterías de los aparatos, como linternas, así que mejor si son alcalinas.
- Localiza refugios alternativos. Sé previsor y planifica bien tu viaje teniendo localizados refugios o puntos cercanos a tu zona de acampada donde puedan echarte una mano si lo necesitas.